Sentimos la brisa jugar con nuestros cabellos mientras que nuestros pensamientos son despejados, empezamos a recibir todas sus bondades esparciéndose dando bienestar a nuestro cuerpo y mente; mientras que nuestros movimientos van al compás de la naturaleza.
Justo en ese momento nos encontramos con nuestro interior renovándose, a medida que nos dejamos llevar por la armonía que se produce en lo más profundo de nuestro espíritu damos un paseo por la maravillosa vista a las montañas, mientras se escucha el sonido de los árboles, es allí donde nuestra fuerza renace, para así sumergir lo que fue (pasado), y sacar a flote lo que siempre estuvo allí pero que no le permitíamos salir, nuestra esencia.
Y entonces abrimos todo nuestro ser a la verdad, aquella que daba gritos intentando salir pero era oprimida en medio de pensamientos negativos. Renacemos, sí renacemos como el sol por la mañana, en todo su esplendor. Y cuando llega el ocaso, no tenemos temor de un mañana, porque tenemos plena conciencia del principal motivo por el que llegamos hasta aquí, aquella fuerza que se impone frente a los desafíos del camino, y que hasta ahora es liberada.
Esto es lo que recrearemos cada segundo por vivir en Hacienda Country Club un día de Yoga, disfruta en nuestras instalaciones la felicidad en el aire de Cerro Azul. ¡Lo que viene cambiará nuestras vidas!
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